Estados Unidos y Kirchner ¿Relaciones conflictivas?
- Juan Cruz Mazzetti
- 14 jun 2016
- 3 Min. de lectura
La visita de Obama a la Argentina ha dado lugar a varias y variadas interpretaciones respecto a su significado. Este artículo se centra en tres puntos en torno a los cuales los medios de comunicación reproducen frases hechas que considero erróneas por los motivos que a continuación se van a desarrollar.
La política exterior del kirchnerismo fue “antiestadounidense” En lo discursivo, las gestiones Kirchner se pueden considerar antiestadounidenses, sobre todo en los últimos años del mandato de Cristina Fernández, que por ejemplo en el discurso del 1 de octubre 2014 dijo: “Si me pasa algo, miren hacia el norte”. Sin embargo, en la práctica no fue tan así. En la IV Cumbre de las Américas, se rechazó el proyecto de libre comercio americano (ALCA) no sólo por una reacción argentina, sino de la mayoría de los países sudamericanos. Además, Argentina integró el Consejo de Seguridad como miembro no permanente en dos ocasiones (2005-2006 / 2013-2014) y votó de la misma manera que Estados Unidos en los temas más relevantes y en otros asuntos también. Hubo hechos puntuales negativos como el “escándalo de la valija” de Antonini Wilson o de otra sospechosa valija traída por la fuerza aérea estadunidense[1] y positivos como la promulgación de la resolución para la lucha contra el terrorismo en los viajes aéreos, exigida tanto por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como por Estados Unidos, pero nada nos permite afirmar que la política exterior fue clara y totalmente antiestadounidense.
Las nuevas relaciones con Estados Unidos traerán prosperidad Las relaciones con Estados Unidos no traen por sí solas prosperidad. Hubo momentos históricos en que la relación “no amistosa” trajo problemas, como la eximición de los benéficos de la Ley de Préstamo y Arriendo por seguir con la neutralidad frente a la Segunda Guerra Mundial, pero no hay ejemplos de que un acercamiento con Estados Unidos sea destacadamente beneficioso. Esto se debe a que las economías no se complementan sino que compiten, y a que los sectores más globalizados de un país son los menos globalizados en el otro. Por ejemplo, nuestros sectores agroexportadores y sus sectores industriales querrán libre comercio, nuestros sectores industriales y sus sectores agroexportadores no lo querrán. La prosperidad y el desarrollo dependerán más de lo que Argentina haga con sus relaciones que de la simple existencia de las mismas con Estados Unidos.
La visión norteamericanizada de los países buenos y malos Se puede tomar como antiestadounidense el acercamiento a los países considerados “enemigos”, como Irán, Venezuela, China o Rusia, pero al mantener relaciones normales con el país del norte este acercamiento no fue para “chocar” con él sino que para responder a otros temas de agenda nacional. Además hay que considerar que el discurso sobre buenos y malos es tan cambiante como la naturaleza misma de las relaciones, como evidencia el caso de Irán que tras el acuerdo nuclear ya no está tan en las antípodas de Estados Unidos como antes. Muchos de estos países son considerados enemigos sólo por no regalar su patrimonio natural, y los medios de comunicación resultan superficiales en no aclarar las diferencias entre éstos y Estados altamente peligrosos como Corea del Norte (asimilado a Venezuela).
Todavía no vimos una orientación clara de la nueva política exterior argentina, ni tampoco podemos especular lo que pasó a puertas cerradas entre Barack Obama y Mauricio Macri a finales de marzo, pero éste último en su campaña prometió entrar en la Alianza del Pacifico y tuvo la intención de suspender a Venezuela en el MERCOSUR, por lo que podemos imaginar que manteniéndose el clima político actual, las relaciones con Estados Unidos serán más cercanas.
[1] El Caso Antonini Wilson es un proceso judicial generado cuando Guido Antonini Wilson, un empresario venezolano-estadounidense, el 4 de agosto de 2007 llegó a Argentina con una valija con 790.550 dólares no declarados, que finalmente fueron decomisados. Según diversas fuentes este era un aporte para la campaña presidencial de Cristina Fernández e implicaba a ciudadanos argentinos, venezolanos y estadounidenses, por lo que intervino el FBI.
El 10 de febrero de 2011 fue demorado en Ezeiza un avión de la fuerza aérea estadounidense, que venía a realizar tareas de entrenamiento con la policía federal argentina, por tener una valija con elementos no declarados. La presión de EEUU para que no se negociara una propuesta para la deuda argentina en el Club de París y una resolución judicial, hicieron que el conflicto se solucionara con la devolución del material incautado.
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